Imagen comentada: «siguiendo el camino II»

A mi siempre me han gustado los bosques. Otra cosa distinta es que me apetezca meterme en ellos por la noche, completamente a oscuras. Sin duda, toda una infancia de cuentos infantiles en los que los bosques estaban llenos de lobos y brujas malvadas han dejado mella en mi psique 🙂

Y sin embargo, eso exactamente es lo que estoy haciendo de un tiempo a esta parte para intentar tener composiciones interesantes.

Lo de entrar en ellos por la noche es sencillo: no es que entre por la noche, es que voy antes del amanecer, para que la luz que tenga cuando encuentre una composición que me atraiga sea la adecuada.

Uno de los problemas más acusados en un bosque, es que existe una gran diferencia entre la luz que tiene la vegetación y los posibles rayos de sol que puedan entrar en él. Dicho de otra manera, el rango dinámico que necesitamos para que la toma quede correctamente expuesta es muy grande, y cuanto más avanza el día (y la cantidad de luz) mayor es ese rango. Por ello, creo que para según que tomas y localizaciones, las horas doradas del amanecer y del atardecer son mis preferidas para este tipo de composiciones. Un día cubierto, con nubes que difuminen la luz y disminuyan su luminosidad, podría valer también, pero perderíamos uno de los elementos que me gustan incluir en este tipo de escenarios, y que paradójicamente es la luz del sol en forma de rayo o de áreas iluminadas 🙂

Lo que intento evitar casi siempre (que no siempre consigo) es tener que exponer para la vegetación y que el cielo (la parte que pudiera verse del cielo) acabe «quemándose» al quedar sobre-expuesta, pero como digo, un punto de luz dorada no solo no me incomoda sino que lo busco.

Esta toma fue realizada en una pequeña zona arbolada que rodea al embalse de Zamáns, que abastece de agua a la ciudad de Vigo (Pontevedra, España). Este embalse se encuentra rodeado de un sendero señalizado, que rodea el embalse y que se adentra en la zona arbolada por el suroeste del embalse.

Focus stacking

La dificultad principal de esta composición era enfocar de manera efectiva todos los elementos de la imagen. Un rápido vistazo a la composición nos muestra que hay básicamente cinco elementos en ella: el árbol cubierto de musgo de la izquierda, las raíces de ese mismo árbol que salen de su base hacia el espectador (parte inferior de la imagen), el sendero que se pierde al en la curva, el follaje que rodea el sendero (formado principalmente por helechos), y la vegetación del fondo de la imagen (ramas de árbol principalmente). Por decisión creativa, quería que todos los elementos interesantes de la imagen (árbol con musgo, raíces de ese árbol, y sendero) quedasen perfectamente en foco. El efecto colateral de esa decisión es que el resto de los elementos lo estén también.

Justo al inicio de esa parte del sendero, éste tenía una curva muy pronunciada por lo que no era posible ponerme a cierta distancia para enfocar a la hiperfocal (que hubiera garantizado toda la escena razonablemente enfocada, que en este caso se encontraba, para f/9.0 y 24mm, a una distancia de 3,4m, y aún con el diafragma a f/22, colocándose en 1,53m, seguía siendo demasiado grande para que tuviera espacio para colocar el trípode y componer).

Por ello tuve que optar por la técnica llamada focus stacking, o bracketing de enfoque. Básicamente, esta técnica consiste en obtener varias fotografías manteniendo el encuadre (por ejemplo usando trípode), con los mismos parámetros de exposición, con la única diferencia del punto de enfoque. De esta manera, cada una de las tomas varía el punto de enfoque (por ejemplo, de puntos cercanos a lejanos) con respecto a la anterior, y por medio de la composición de todas estas imágenes se obtiene una imagen perfectamente enfocada en todos los elementos de la imagen. De hecho, la definición que se obtiene con esta técnica es incluso mayor que la que se obtiene con en enfoque a la hiperfocal. En el mundo anglosajón se le llama a esto «tack sharp».

En esta composición tanta definición es a la vez bueno y malo. Es bueno porque hay un montón de detalles finos (hojitas, rugosidades del terrero o de los árboles, musgo, etc.) que se ven potenciados y mejorados con tanta definición, sobre todo cuando la imagen es ampliada. La parte no tan buena, es que precisamente cuando la imagen se ve en pantallas muy pequeñas (por ejemplo en un smartphone), la imagen puede resultar un poco confusa por la cantidad de elementos que se muestran.

detalle de imagen (recorte al 100%)
pulsar la imagen para ampliar

Volviendo al revelado, lo que se hace en esta técnica es que se revela y procesa una de las tomas (yo lo hice con Lightroom Classic), y luego se copian los ajustes de revelado en el resto. Posteriormente, se crean capas con las distintas tomas (con distintos enfoques), y se muestran las zonas que se encuentran enfocadas de cada una de ellas (en mi caso mediante el uso de capas en Photoshop). La composición final incluye todas las áreas que se encuentran enfocadas en cada una de las imágenes.

Para esta fotografía utilicé cuatro tomas, con enfoque en las raíces inferiores, en el tronco con musgo del árbol de la izquierda, en los helechos que están en el camino (cerca de la curva) y en las ramas de los árboles del fondo.

Datos técnicos

Cámara: Canon EOS M5
Objetivo: Canon EF-M 18-150mm f/3.5-6.3 IS STM
1/4s – f/9.0 – 24mm – ISO100
Bracketing de enfoque (4 tomas)

Conclusión

He buscado crear una imagen de cuento, potenciar los verdes del musgo en contraposición a los verdes de los helechos, y resaltar el camino que nos lleva no se sabe a dónde.

La técnica del focus stacking ha ayudado a resolver el problema técnico del primer plano enfocado, pero todo el mérito de la composición es de la localización.

¿Qué opinas de la imagen? Espero tus comentarios.

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